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martes, 19 de noviembre de 2013

LO QUE YO CREO SABER SOBRE EL PODCASTING:



Participar del por llamarlo así "movimiento podcasting" te ofrece muy poca perspectiva sobre la consecuencia de este fenómeno de forma global. Sé por experiencia que LA ÓRBITA DE ENDOR tiene más audiencia semanal que algunos programas regionales y es escuchada, ni que sea esporádicamente, por personas no muy dadas a internet; y que mucho menos se autocalifican "fikis militantes" en ningún campo específico. Obviamente desde mi posición tengo acceso a datos como las descargas de programas o la repercusión que nuestros llamamientos obtienen entre la audiencia. También empezamos a poder dibujar un perfil generacional de al menos nuestro público más adepto. Pero esto resulta poco, muy poco, para conocer el alcance de los podcasts ni tan solo a nivel nacional en la actualidad. ¿Suponemos una solución real a la radio convencional como muchos se creen, o somos una masificada aunque pequeña isla en el océano de la difusión de audio? Ese es el enfoque del que carezco, de los datos a pie de calle que nos permitan hincharnos de orgullo ante nuestros logros o agachar mustiamente las orejas dada nuestra minúscula insignificancia.

Pese a todo, voy en los próximos minutos a proceder con una muestra de la opinión que servidor tiene a cerca de estos programas de radio por internet que los aficionados graban de forma doméstica en sus ratos libres.

INICIOS:


Para mí el podcasting, el audio encapsulado, nace con los programas de radio generalista que las emisoras subían en sus webs a disposición de los oyentes para que los mismos se los pudiesen descargar en mp3 y reproducirlos en el lugar y la hora que cada uno estimara oportuno. Como es lógico, los primeros espacios radiofónicos en acoger con los brazos abiertos este importante avance tecnológico fueron aquellos cuyo horario dificultaba el acceso de mucho público potencial. MILENIO 3 de la Cadena Ser se apuntó en 2005, desde el principio, al carro y como uno de sus primigenios oyentes opino que las descargas han sido un factor muy importante en el éxito del programa. Desconozco si LA ROSA DE LOS VIENTOS hizo lo oportuno antes o después a Iker Jiménez, pero igualmente apostó fuerte por internet. Es más, el irrepetible Juan Antonio Cebrián y su equipo encapsularon todavía más el programa distinguiendo entre secciones y sobre todo los singulares y magníficos "Pasajes de la Historia". Incluso seguro que haciendo memoria muchos recordarán fenómenos parecidos en sus radios locales, que inclusive puede que fuesen escuchados por internet sin tener ni idea de qué emisora provenían. Dentro de este particular y ya entrando en el campo subcultural me vienen a la mente LA ZONA FANTASMA de Javier Olivares (emitido en radio Alaquas) o los pioneros de informar de cómics en catalán, MES ENLLÀ DE LA VINYETA (COM Radio), programa que recibía descargas y visitas hasta de no catalanoparlantes.

¿Cuáles son los primeros podcasts no radiofónicos que conozco? En la materia que nos ocupa el primer referente que encuentro es FUERA DE ÓRBITA. Nada más y nada menos que en diciembre 2005, el CLUB STAR TREK VALENCIA instauraba este podcast que por suerte todavía sigue hoy en día en activo. Literatura, cine, comic y series televisivas han sido los argumentos de un grupo desinteresado de pioneros que nunca han dejado de apostar por el dinamismo y el buen humor a la hora de encarar su proyecto. Un toma y daca de e-mails con Luis F. Mayorgas, uno de los principales responsables de FUERA DE ÓRBITA, me descubrió que cuando ellos empezaron en España aún no estaban ni montados los cimientos del podcasting. Por lo que este experimentado podcaster cuenta, surgieron primero los podcasts de tecnología, capitaneados por la figura de Jose Antonio Gelado. Que los informáticos fueran los fundadores resulta algo completamente comprensible, porque se trata de las personas que más están a la tendencia tecnológica e internet, ambos elementos imprescindibles en el tema de hoy. Un podcast clásico es CODEXCAST de Bernaldo Barrena, que aunque se apoyaba en la tecnología también se atrevía con cine y literatura. Por lo visto los primeros referentes en castellano de audio amateur relacionados con la fantasía y la ciencia ficción se encuentran en Latinoamérica. En este sentido se podría destacar al espacio salvadoreño COMIC GEEKOS. Ya en otras temáticas, mencionar por ejemplo MERIPODCAST (podcast de videojuegos con 7 temporadas y sumando) que se estrenó en 2008, EXPEDIENTE FDM (misterio) aparecía en 2009 y EL PODCAST DEL BÚHO (divulgación histórica) data de 2009. En cuanto a los medios para poder crear la susodicha cápsula de audio, gracias a internet se podían conseguir manuales que adoctrinaban sobre el tema de la edición y subida de archivos, contándose en aquel entonces con opciones para alojar los audios como Gcast o Blip.TV. Desde aquí le doy las gracias al amigo Luis F. Mayorgas por arrojar luz a un periodo del cual desconozco todo casi por completo.


Aunque si en algo estamos de acuerdo es en que hubo un antes y un después en el podcasting como fenómeno con la creación de la web y plataforma Ivoox. Fundada en noviembre de 2008 (aunque se lanzó una previa versión beta en octubre) por Juan Ignacio Solera, esta versión de youtube -dicho en palabras de su creador- para el audio cristalizó desde el primer momento en una opción tremendamente amplia y eficaz de alojar, clasificar y mantener un registro ordenado tanto de programas de radio convencionales como de audios creados por un activo humano no profesional. Desde el momento en que esta herramienta empezó a conocerse, el proceso se democratizó imparablemente dando pié a que disfrutar de tu propio programa fuese más bien una cuestión de ganas y tiempo que de medios. Se me desgastarían los dedos antes de poder acabar con la lista de podcasts que han nacido al amparo de Ivoox, tan sólo decir que entre ellos se encuentra el programa en que un servidor, Raúl Martin, participa: LA ÓRBITA DE ENDOR (L.O.D.E.).

LODE nace en 2011 como el podcast paralelo a EXPEDIENTE FDM de Antonio Runa. La historia de LODE que yo conozco se ha fraguado mezclando lo que el propio Runa ha contado, opiniones personales y charlas tanto off the record como en tertulias del equipo, de manera que puede que en las futuras líneas acierte en todo, en nada, o sólo en un poco. Un podcast de misterio no es algo demasiado placentero de conducir, los escépticos critican duramente y los adeptos a estos temas no perdonan si no te pones al completo de su parte. Seguramente Antonio Runa decidió cambiar de dirección y hablar de otros temas reuniendo a amigos cercanos. Los primeros programas son así, tertulias placenteras y exposiciones sin demasiadas pretensiones. Hasta que para sorpresa de propios y extraños el público fue respondiendo inusitadamente bien y, lo más importante tal vez, de una forma muy positiva más exenta de trolleos (críticas injustificadas). De manera que haciendo uso de lo aprendido en su podcast de misterio, Antonio Runa empezó a afiliar colaboradores más implicados y regulares que aquellos amigos ocasionales que tan amablemente habían cumplido en las primeras entregas. LODE duplicó el número de visitas en una temporada, y la acogida del público no podía ser más esperanzadora. En mi humilde opinión, lo que pasaría a continuación estaba más que anunciado. Antonio se dedicó en exclusiva al podcast de la ciencia ficción, la fantasía y la imaginación. LODE llegó en el momento justo en que había muy poca temática parecida, y tal  vez este factor fue de inigualable ayuda a la hora de lograr su consolidación.

ACTUALIDAD:



En el momento de escribir estas líneas la verdad es que servidor tiene la impresión de que el mundillo está desbordado. Apuntando tan sólo al campo de los programas que se especializan en cine, series de TV y literatura, la lista resultante es tan extensa que dudo que nadie pudiera escuchar tantos podcasts aún pretendiéndolo. Eso por no hablar del entorno de los videojuegos o el misterio, campos que si bien nunca he podido vigilar muy de cerca, en la actualidad ya he perdido la cuenta de todo el audio que se produce por esos derroteros. La diversificación ha sido también algo que ha evolucionado muy sanamente. Han entrado a formar parte de esta gran familia espacios especializados en humor, historia, deporte, análisis de la actualidad, economía en múltiples facetas, sector inmobiliario… y seguro que en este momento se están creando y subiendo podcasts de índoles incluso más dispares y prodigiosas. En el género de los cómics, mi preferido innegablemente, por suerte el volumen de podcasts resulta relativamente fácil de seguir, si bien como en el resto las ramas los podcasts de cómics siguen creciendo en número.

¿Y qué comporta este metafórico patio tan lleno? Cosas buenas en su mayoría, aunque así mismo algunos problemillas de convivencia. Servidor atestigua casos de podcast que se han fracturado, escindido y confrontado más allá de lo comprensible. También se han dado casos de plagio - uno de ellos muy cercano a mí y bastante bochornoso -, o propuestas de colaboración no consumadas que han acabado casualmente siendo tema de cabecera en el podcast del invitado. Acerca del tema de las envidias, se pueden sospechar su existencia aunque en ningún caso probar de forma contundente. Al que suscribe le parece singular que cuando se empieza a seguir el hilo de, por poner un ejemplo, twitts críticos y descalificativos, en la mayor de los casos procedan de podcasters novatos con programas de muy poca repercusión. ¿Envidia o sentimiento de "yo lo hago mejor y me jode que estos tengan más descargas"? Nunca se sabe. Pero no quisiera ni mucho menos dar la imagen de un mundillo mal avenido. Mi opinión es que prima la cordialidad entre podcasters, aunque se den casos que contradicen esta tónica general.


Y el examen a la actualidad no quedaría completo sin tratar los relativamente recientes premios a nuestra materia que concede ASESPOD (Asociación de Escuchas de Podcasting). De entrada pienso que los galardones son una iniciativa muy loable. Tener premios contribuye a la normalización de cualquier campo del arte y puede ser incluso un signo de madurez. Sin embargo todo lo dicho no sirve de mucho si el criterio empleado no es lo suficientemente amplio y contrastado para refrendar la iniciativa. El funcionamiento de estos premios resulta bastante claro y democrático, no me extenderé al respectos porque se encuentran en su propia web. Sin embargo a mi parecer en la parte que le per toca a sus responsables no han estado a la altura. Me explico, ASESPOD no escoge a los espacios que se presentan ni los finalistas, pero sí elabora las categorías en las que se alojará cada podcast. Vuelvo a repetir que disto mucho de ser un versado a la hora de tomarle el pulso al movimiento de los programas encapsulados en castellano, pero cuando en los finalistas de 2013 veo la sección MAGAZINE (TEMÁTICA VARIADA) me pican mucho los ojos. Primero porque LA ÓRBITA DE ENDOR se encuentra en ella, y segundo porque casi todos los podcasts circunscritos en ella sí que tienen una temática bastante perfilada (televisión, motor, tecnología…). Pero es más, tampoco entiendo porqué - contrastandolo los otros nominados- LODE no está en una categoría más adecuada como CULTURA. ¿Acaso no se considera suficiente para dicha condición hablar del arte contemporáneo de Banksy, la cultura japonesa, la historia de Sherlock Holmes o Drácula, el cómic histórico, V DE VENDETTA y el movimiento Anoynimous entre muchas otras materias? Cuanto una pieza te rechina tanto, sencillamente tiendo a pensar que si el mismo criterio selectivo se ha aplicado al resto de la maquinaria el resultado puede ser muy discutible. Con todo estoy a favor de estos premios y creo que dicha asociación el completo derecho de premiar a quien consideren y con el criterio que sea oportuno, sin que eso por supuesto siente cátedra alguna.

FUTURO:
Mis predicciones al respecto del podcasting están formadas a tenor de mi experiencia en otros booms tecnológicos como fueron en su momento los foros o los blogs. El podcasting no deja dinero a corto ni medio plazo. Tal vez se creen fenómenos alrededor de los cuales se pueda forjar en un momento dado alguna carrera profesional; pero en líneas generales mi vaticinio es que en 10 años el 90% de los podcasters habrán conseguido el mismo rendimiento económico que hasta la fecha de hoy. El paso del tiempo también tiene otra ramificación, que poco a poco se va dejando atrás la sensación de novedad tanto por parte de los creadores como de los seguidores. Y el último punto es lo complejo que resulta realizar cualquier podcast. Sea grupal en directo, con colaboradores de forma remota, o una sola persona, el estas cápsulas sonoras requieren un consumo de tiempo y esfuerzo inusitado por los ajenos. ¿Cuál será el destino entonces para una actividad mayoritariamente grupal, exigente a nivel de tiempo y esfuerzos, y no remunerada? En mi opinión con el tiempo habrá una recesión que dejará un sustrato de programas mucho más reducido que dará servicios a un número de aficionados inferior pero fielmente irreductible. También se puede dar el caso de que a causa de la situación económica llamemos la atención de los medios generalistas y estos vean en nuestro mundillo un recurso más barato para sustentar las necesidades de información y entretenimiento de un público radiofónico. Pero sinceramente prefiero no plantearme las consecuencias que podría tener suplantar a periodistas adiestrados, con preparación y experiencia, por aficionados amateurs como nosotros, que aunque armados con mucha pasión y toda la minuciosidad posible seguimos siendo gente que en su mayoría aprende a fuerza de ensayo y error.

Y hasta aquí las divagaciones. Espero que este texto no haya quedado presuntuoso. No era la intención. Aunque si lo pienso tampoco puedo describir alguna intención concreta más allá de ordenar ciertas ideas propias.

1 comentario:

  1. Voy tarde (como un año), pero: interesante reflexión.


    Ahora que ya he acabado la Tercera Temporada de La Órbita de Endor con el impresionante monográfico de cuatro partes sobre Batman, ya casi puedo declararme un claro seguidor de dicho Podcast.

    ¿Qué decir sobre este post en tu blog, Raúl? Mi opinión es que si seguís el ritmo, a LODE le queda mecha para rato hasta que la bomba estalle para dejar paso a su final. Aún me queda tragarme la Cuarta Temporada y ponerme al día con la Quinta pero no hace falta más para darme cuenta del fenómeno que habéis creado. Primero hicisteis un sólido grupo que a partir de ahí ha sabido dosificar los esfuerzos para evitar requemaros en demasía, como sí podría haber pasado de haber escuchado constantemente las mismas voces en el programa, y que dicho sea de paso también ha ayudado al oyente, pues aunque no lo parezca variar siempre va bien. Después creo que habéis sabido escoger bien los temas y monográficos adecuados para atraer a los frikis como yo sin dar palos de ciego entre el infinito material que ya existe en el mundillo, mencionando claramente la inestimable ayuda de los distintos y variados colaboradores que controlaban bien la materia. Y finalmente y por lo que veo (aunque como he dicho, aún no he llegado), veo que os habéis puesto al día a una velocidad pasmosa ofreciendo de esa manera contenido totalmente actualizado y acorde al «frikismo» de ahora. Y supongo que no hace falta mencionar esa soltura que tenéis para abordar los temas como si se tratara de una charla de colegas en un bar, con unas cervezas de por medio.

    Sinceramente, ¿para qué abrumarse o pensar en cosas que no son necesarias? Disfrutad del «Movimiento LODE» ahora que podéis y continuar la magia que habéis creado. Las envidias de otras personas que pueden llegar a escupir veneno es algo que debéis de asumir (yo mismo viví algo parecido cuando escribí mi triste relato llamado «Némesis» de menos de cien páginas), pero para nada os tiene que frenar o haceros perder fuerza. Eso pasa en todos lados, en todos los lugares, en todas las cosas, porque lo bonito del ser humano es ver hasta dónde podemos llegar y no tirar piedras a alguien que ha logrado algo mejor que nosotros y del cual seguramente tendremos algo que aprender para evolucionar.

    ¿Habrá un final? Pues claro, como todo. ¿Qué os voy a contar? Pero mientras tanto: «the show must go on».


    Un saludo


    J.M. Lobo Lorenzo

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