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lunes, 22 de noviembre de 2010

DV8: GODS AND MOSTERS

 
La verdad es que al terminar de leer el último número de esta miniserie de 8 episodios, se ha confirmado lo que más me temía y el resultado ha sido decepcionante. Pero comencemos contando un poco la historia que ha unido al guionista estadounidense Brian Wood y a DV8. Al parecer, el desconcertante grupo de súper héroes adolescentes que creó Warren Ellis en 1996 para Wildstorm fue en su momento una de las colecciones favoritas de Wood. De ahí que al empezar a relacionarse con DC mediante Vertigo, el guionista se ofreciese durante años a retomar el proyecto. Estamos hablando del primer trabajo con personajes ajenos que este autor realiza desde que cerrase GENERACIÓN X en el 2000. De manera que, cuando Wood convenció a los responsables de Wildstorm para hacer renacer al grupo, se presuponía que iba a ser algo substancialmente especial. Por desgracia, nada más lejos de la realidad.



Recordemos que la formación de DV8 la componen Leon Caver (Frosbite), Michael Heller (Evo), Hector Morales (Powerhouse), Rachel Goldman (Sublime), Matthew Callahan (Threshold), Nikki Callahan (Bliss), Joselyn Davis (Freestyle) y Gem Antonelli (Copycat). Este equipo estaba apadrinado por la malvada Ivana Baiul, una villana del Universo Wildstorm creada a imagen de la Reina Blanca de los X-MEN. Esta señora enviaba al joven supergrupo a misiones que situaban a los chicos junto al mismísimo precipicio de la ética del héroe. Pues bien, ahora nuestros protagonistas se han emancipado de su mentora y aparecen sin saber cómo en un planeta alienígena muy retrasado tecnologicamente con respecto a nuestra época, donde pueden hacer y deshacer a su antojo. Comportándose, a imagen del título, literalmente como dioses y monstruos con los indígenas de las diferentes tribus que allí habitan.

La miniserie resulta ser a nivel de guión una historia lenta, mecánica y fría. En ningún momento se siente empatía por los personajes; que por otro lado tienen  decisiones y comportamientos del todo previsibles, además de inversemblantes en ocasiones. Y es que la originalidad brilla por su ausencia ya desde el mismo argumento. Historias de héroes que aterrizan en un planeta e interfieren en sus acontecimientos nos las han contado por ejemplo en PLANET HULK, en la etapa de Alan Moore en WILDCATS, o en una saga de los años 90 de FACTOR X titulada Judgement War (#43 – 50 USA). Pero eso no es todo, también encontramos ecos a NORTHLANDERS en ciertos giros argumentales. Aunque si en algún aspecto la resurrección de DV8 es destacable, es sobre todo en su apartado gráfico. La dibujante Rebekah Isaacs es todo un descubrimiento, y será raro que no se convierta dentro de nada en una autora codiciada por Marvel y DC Comics. El dibujo que aporta esta artista es claro, detallado y preciosista. Los paisajes que otorga al cómic, así como los diferentes ambientes donde los actores se establecen, están muy bien diferenciados a nivel de detalles como la climatología o la orografía. En las escenas de acción Isaacs también demuestra gran intensidad y movimientos cinematográficos. Despunta tanto la propuesta que presenta el dibujo junto al color – acertado al tratarse de un cómic de SHs, sin embargo a veces un tanto chillón-, que no es siquiera necesario leer los textos para seguir perfectamente el desarrollo de la historia.

Definitivamente DV8 es el trabajo más flojo presentado por Brian Wood en años. Realmente sorprende que fuese un proyecto largamente pretendido y no una obligación realizada por cuestiones meramente alimenticias. Porque ofrece bien poco a cualquier lector mínimamente exigente. La miniserie, siempre en opinión de un servidor, tan sólo se salva por su inspirado dibujo. Da la impresión de que principalmente se ha asistido al nacimiento de un nuevo y prometedor talento gráfico del cómic mainstream.

4 comentarios:

  1. Pues el 1er número no pintaba mal, una pena que no hayan buscado caminos mas trellados, porque la situación era curiosa.
    Saludos

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  2. La miniserie no empezó mal, sobretodo el dibujo deslumbraba y el guión no le hacía daño. Pero con el trascurso de los meses, la historia se ha deshinchado como un globo. Sobre todo destaco negativamente la poca originalidad del guión y lo mal trabajados que están los personajes.

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  3. Pues mira, un TP yanqui que me ahorraré comprar... Si quiero DV8, leeré el TP de la etapa Ellis / Ramos que tengo por aquí cerca jejejeje :-)

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  4. Joer, Raúl, si tú, seguidor acérrimo de Wood, lo pones así, hay que pensarse seriamente la compra. Y más sabiendo que lo va a sacar Norma en verano 2011 y no se caracteriza esta editorial por sus ediciones baratas.

    Si el dibujo atrae, puede que caiga. Si no, al mismo sitio que envié DEMO: a la estantería de la tienda.

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